1 dic 2013

Élégie à mon frangin

Gran corazón el que albergaba tu pecho,
rostro hermoso surcado de pecas que
ahora sólo Caronte verá.

Con los ojos lacrimosos (los míos, no los tuyos)
inicias este nuevo viaje con rumbo
a un mundo en el que no habrá
sufrimiento que enturbie tu existencia eterna.


Marcadas las cartas te dieron, pequeño,
antes siquiera de haber vivido;
tus ojitos ahora se han cerrado
hasta que nos podamos ver de nuevo.

Intenta esperarme hasta entonces, amigo;
estaré guardando este abrazo hasta que nos
unamos nuevamente.


El diablo que se te ha llevado (tú mismo)
llorará las penas que quisiste evitar.

Inventaré entretanto un divino mundo
oteando las estrellas, tu nuevo hogar.

Te veré allí, frangin. Dulces sueños, Mat.