13 sept 2010

No me sueltes [por M.O.M.]

Ya, por fin sucedió:
volviste a mi cama
y no sé qué es peor,
que me robaras el alma
o que se congele mi voz.

Cierto es que te abracé
y también que te besé,
pero en mi cama te dormiste
y yo te sonreí, delante de ti,
sin que me vieras suspirar
porque por fin volviste
y me costaba respirar.

Cara de ángel apoyada
miraba al viento por la ventana,
llegaba hacia mí el perfume de tu cuerpo,
que me dejaba sin argumento.


No te vayas, quédate,
quiero volver a poder
sentirte cerca de mí, sin miedo
a que desaparezcas por el cielo;
quédate, quiero amarte,
que lo demás son cosas aparte.

Volverás, estoy seguro;
vendrás, no lo dudo;
porque quiero hacerte feliz
no se admite ni un desliz,
bastantes hubo este fin de semana
y cuando te fuiste por la mañana
no pude creer que te tuviera
por una noche sin luna llena...

1 sept 2010

Tardes de cine

Un sencillo gesto y te tendría a mis pies. Con sólo dos palabras doblegaría tu alma y una más bastaría para conquistar tu corazón. Te susurro palabras envenenadas al oído y tú te dejas embriagar por el empalagoso aroma de cada sílaba mientras nos fundimos en uno y entierras tu tierna cabeza en mi pecho sólo para escuchar la cadencia de mi corazón, el ritmo de mi respiración.

Con sólo una mirada sé qué quieres: a mí. Me deseas. Quién sabe si es amor o simple encaprichamiento. Me devuelves la mirada con carita de cordero y te sonrío tranquilizador. Unos ojos tan bonitos no están hechos para llorar, o eso pienso yo.

No hay excusas ni explicaciones para mi actitud. Simplemente es así: estamos tú y yo en tu casa, abrazados como una pareja cualquiera, haciéndonos mimos y poniendo carantoñas. Y tú sonríes. Qué delicia. Tus ojos brillan mientras te acaricio el pelo y el único sonido es el de nuestros alientos acompasados y los latidos acelerados de nuestros corazones.

Sólo un movimiento y nos estaríamos besando. Un roce casual. Un simple giro para atravesar las barreras de lo prohibido. Una caricia invisible. Y tú sabes que no podemos, que no debemos, pero no puedes resistirte a mi encanto, mi perfume, mi canto de sirena. ¿Quién sabe cómo acabará esto? Sólo sé que no es amor. Y sin embargo, lo es…